martes, 3 de marzo de 2015

Poema SIMULACRO de Alejandra OLIVER GULLE (Córdoba)



Imagen: Carstel Witte



Al principio fue un dolor brutal
que me dejó sin aire
después, sin remedio,  me mató.
Pero nadie se dio cuenta.
Desde entonces camino por la calle
 con tu daga clavada en el pecho
y nadie se da cuenta.
En esta ciudad atestada de gente
que va y viene hacia ninguna parte
 no es fácil darse cuenta de las cosas
Tal vez me esmeré en disimularlo
y tanto lo disimulé
que yo misma lo creí
 y tanto lo creí que ahora puedo reír
    saludar a los vecinos
    plantar violetas
    comprar el pan
     y hasta hacer el amor con cualquiera
                       sin que se note demasiado.
Desde hace años camino por la calle
con tu daga clavada en el pecho
buscando alguien que me resucite.
Alguien que me intuya piel adentro
entre los escombros
bajo la tormenta. 
Alguien, entre todos, que me mire.
                                             Y descubra
                                 que estoy muerta.