Ningún fusilador resbalará en mis jugos.
C. G., pupila del prostíbulo La Catalana
Dame un himno sin triunfo
Consuelo
puta mía, consuélame del viento
bala a bala.
Aquí en el sur del mundo
la dignidad alzó su escoba,
apretó las rodillas, dijo NO.
Dame tu NO
tu valentía,
consuélame, Consuelo,
madre puta,
dueña del esperma de cada fusilado,
dispara sobre el mundo
desde el fragor de tus riñones.
Dispara sobre el frío
sobre los uniformes
de esta patria maldita.
No dejes de disparar
tu NO, tus escobazos,
que el crimen retrocede
ante la furia de tu sexo,
que resucita el aire, la justicia,
enséñame a ser hombre
puta mía,
dame el amor
dame la risa
y quítame las armas
de las manos.