A los satisfechos de sí mismos.
A esos, debería llevárselos el diablo.
Si existiera.
Y el cielo, de ser un lugar, debería estar repleto de los otros.
De los disconformes, de los mal paridos,
de los hijos de un cocainómano y una tía malvada.
De los que comen masa cruda y detestan las cerbatanas
y la justicia propia.
De los que son linchados.
De los malos alumnos
y de los profesores capaces de llevarse a un niño a cuestas
y contra el regazo.
De dementes, delirantes y poetas
de tipos que no usen sotanas ni anteojos de sol en la frente.
Si existiera ese lugar,
si existiese el cielo,
dios debería usar barba y jeans
y fumándose un porro mal armado
hacer de patovica de bailanta
y sacar de la solapa y del forro de los bolsillos
a todos los que se miran al espejo
y ensayan sus risas de gente bien.
A esos, debería llevárselos el diablo.
Si existiera.
Y el cielo, de ser un lugar, debería estar repleto de los otros.
De los disconformes, de los mal paridos,
de los hijos de un cocainómano y una tía malvada.
De los que comen masa cruda y detestan las cerbatanas
y la justicia propia.
De los que son linchados.
De los malos alumnos
y de los profesores capaces de llevarse a un niño a cuestas
y contra el regazo.
De dementes, delirantes y poetas
de tipos que no usen sotanas ni anteojos de sol en la frente.
Si existiera ese lugar,
si existiese el cielo,
dios debería usar barba y jeans
y fumándose un porro mal armado
hacer de patovica de bailanta
y sacar de la solapa y del forro de los bolsillos
a todos los que se miran al espejo
y ensayan sus risas de gente bien.