Imagen: Claudia Rogge |
Extraído del blog de Emma GUNST
A Adriana
Nosotras,
las que también crecimos con Videla;
las que supimos que el silencio es salud
cosiéndole y descosiéndole la boca a las muñecas
a la hora en que la abuela dormía la siesta;
las que fuimos mujeres maravilla, mujeres biónicas,
mujeres desnudas debajo de guardapolvos tableados,
mujeres húmedas, mujeres aburridas;
las que aprendimos a no pisar el césped,
a poner la basura en su lugar,
a cederle el asiento a las embarazadas y a los ancianos,
a descender por la puerta trasera;
las que levantamos la mano cuando queríamos hablar,
cuando queríamos hacer pis,
cuando queríamos llorar a los gritos;
las que cosimos, bordamos,
abrimos algunas puertas y nos tragamos las llaves de otras;
las que acunamos bebés de Yoli Bell,
bebés de ilusión, bebés de verdad;
las que nunca tuvimos sexo con dos hombres a la vez,
o con tres o con cuatro;
las que jamás nos teñimos el pelo de rosa
ni cultivamos una plantita de cannabis en la terraza
queremos saber
en qué nos equivocamos.
Muchas gracias, Griselda! Un abrazo!
ResponderBorrarExcelente!! Graciela es una inspirada, siempre ganando reconocimientos y bien merecidos que los tiene.
ResponderBorrarLily Chavez