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Estoy enjaulada en esta esquina
llena de melancolía y pena
mis alas están cerradas y no puedo volar.
Soy una mujer Afgana y debo aullar.
Nadia Anjuman era una poeta afgani y periodista que asistió la Universidad Herat. Se murió en 2005 de consecuencia de heridas a la cabeza a las manos de su esposo. Ella publicó un libro de poesía en 2005 se llama Gul-e-dodi (La flor grana). Por eso ganó a atención crítica en Afganistán igual como la del vecino Irán. Se creció durante el reinado del talibán donde ella y otras intelectuales femeninas leyeron secretamente la literatura prohibida como las obras de Shakespeare y Dostoevsky, un crimen castigado con la horca. Su memoria va a durar a través de su poesía.
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