La niña alimentada con ombligos de naranja
cuando la leche era un dolor en las encías
de succionar las piedras.
La niña gorda de tijeras
vomita el exceso de filo
hasta la lengua sin bises.
Toma su sopa de aniquilar sospechas
con el asma del que come vidrio
y no enloquece.
De "El rayo imperfecto" PU ediciones. 2014
Imagen: La hoja roja |
bello, me reguuuuusta!!
ResponderBorrarHermoso poema y una foto excelente acompañando el texto.
ResponderBorrarMyriam Teresa Almirón
Llamas, rayo, rabia, la niña gorda de tijeras, toda la fuerza del Claudia se mezcla con la creadora de este blog, que tiene que estar super contenta por lo logrado. Claudia, todo lo dije ya de tu poesía, qué más.
ResponderBorrarLily Chavez
Ya te lo dije personalmente. Tu nuevo libro me impactó. Es muy diferente a los otros. Y - como digo siempre - ¿como podés?
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